jueves, 3 de noviembre de 2011

LOS ILLUMINATI

EL PODER SECRETO DETRÁS DE LA HISTORIA

Existe la  raigambre de cierto "poder oculto" con la sistemática intoxicación de ámbitos ovnilógicos y la manipulación de la información, también veremos, si tienen la paciencia de leerlo, que su existencia maquillando la "Historia oficial" incluye el ocultarnos conocimientos que quizás habrían ya proyectado al ser humano a vivir y evolucionar de acuerdo a otros paradigmas. Y en segundo lugar, porque es mi personal opinión que tan importante como hablar de las disciplinas que nos interesan, es sacudir las telarañas mentales y patear las estanterías de los pensamientos anquilosados. Así que, a confesión de parte...

Introducción: ¿Cómo nace un paradigma?
Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo molían a palos.
Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de las bananas.
Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos.
La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido.
Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería:
"No sé, las cosas siempre se han hecho así, aquí..." ¿Les suena conocido?
No perdamos la oportunidad de pensar por qué nos golpean, o por qué pensamos las cosas de una manera cuando podríamos hacerla de otra.
"Es más fácil desintegrar un átomo que un preconcepto" (Albert Einstein).

Debo en buena medida a las reflexiones y búsquedas de información -no creo que ameriten la distinción de "investigaciones"- que me motivara la sucesión de números analizando la probable aparición de OVNIs en torno al atentado a las Torres Gemelas y las especulaciones sobre su naturaleza, así como el cotemporal en el Pentágono y las otras consideraciones que ustedes ya habrán leído en los números 82 a 87 de "Al Filo de la Realidad", haberme adentrado aún más en el apasionante y no poco aterrador terreno del "gobierno en las sombras". Un poco cómodamente he decidido aceptar la denominación generalizante de "Los Iluminados" (o, para respetar la Historia conspirativa, los "Illuminati") un poco por ser ese el mote con que en el fantástico mundo de las finanzas internacionales se conoce a esa élite de privilegiados que hacen fabulosos negocios a través del orbe en los momentos de mayor crisis, anticipándose a ellas, otro poco por el indudable efecto que la sociedad esotérica conocida como tal en el siglo XVIII ha tenido sobre buena parte de la geopolítica de entonces y después. A fuerza de parecer reiterativo, permítanme recordarles las anotaciones que el malogrado Andreas Faber-Kaiser hiciera oportunamente -y que reprodujéramos en el número 86 de esta revista- en el sentido que en la política entonces europea y luego mundial, miembros inefables de esa orden como Mazzini tuvieron sobre la diagramación del mapa de las potencias. O el increíble -pero verazmente histórico- hecho que el propio Karl Marx creara "El Capital" por encargo de un barón de la economía, nada menos que un Rotschild.
Karl Marx
Cuando uno va atando cabos y descubre las estrechas, casi sanguíneas relaciones que las principales familias detentadoras del poder político y económico en los últimos doscientos años han mantenido entre sí, cuando uno advierte que en cualquiera de las grandes potencias existe una verdadera "rotación de puestos de autoridad" entre unos pocos apellidos -nuevamente recomiendo al respecto volver a leer esos números- cuando un mediocre servidor se sorprende cuando enemigos aparentemente irreconciliables para la opinión pública -como Bush y Ben Laden, qué mejores exponentes de ese paradigma- en realidad han estado -si no siguen estándolo- asociados en negociados comunes, cuando el Secretario del Tesoro de Estados Unidos acaba de admitir que una guerra con Irak sería "beneficiosa para la economía mundial", pagando con la sangre de decenas de miles lo que sin duda sólo se reflejará como la bonanza material de unos pocos centenares, cuando alguien -yo, por ejemplo- se pregunta quién podría explicar con una lógica asequible a los entendimientos poco iluminados como el mío por qué los "gendarmes del mundo" -ya saben a quiénes me refiero- deciden, en la Guerra del Golfo, detenerse casi a las puertas de Bagdad, permitiendo la permanencia de su odiado símbolo del Mal -Hussein- en el poder (como si su perpetuación sirviera en el futuro a oscuros fines; siempre es necesario conservar un enemigo en el "freezer" para, por caso, tiempos futuros de escaso apoyo interior) aduciendo un dudoso "respeto a la autodeterminación de los pueblos" mientras en otros casos, muchos otros casos, no se trepida en alterar por la fuerza el orden interno de otras naciones (desde el fogoneo de operaciones antigubernamentales en el Chile de Allende hasta la invasión de Granada), cuando uno contempla panorámicamente todo eso, sobrenada sólo con dos certeras impresiones: que la verdadera Historia, las razones y los fines, nada tienen ni remotamente que ver con los que la prensa -si mercenaria y corrupta, si ingenuamente autodefinida como "progresista" pero sirviendo como estúpidos chivos emisarios, cada uno sabrá- nos relata, y que a través de los años, eventos sociológicos, políticos y militares a través de todo el orbe aparentemente inconexos entre sí terminan teniendo un hilo conductor que finalmente parece vincular siempre a los mismos protagonistas.
Ya hemos hablado en otra oportunidad de "Calaveras y Huesos", la pálida sociedad esotérica a que pertenecen los Bush. Es mucha la tentación -especialmente pensando en lectores recién arribados- de repetirme: evitaré esa celada, invitaré a los mismos a consultar los números
atrasados de "Al Filo de la Realidad" y avanzaré sobre mis elucubraciones. Que, sencillamente, apuntan en una sola, previsible dirección: a través de las épocas, una oculta fraternidad, poseedora de la mayoría del poder económico y político, vinculada a prácticas esotéricas, ha digitado la Historia de hombres y mujeres de este planeta, y sigue haciéndolo. Vamos a tratar de conocerlos un poco más.
Su "historia oficial"
Nos cuenta el historiador de religiones Serge Hutin que la "Orden de Los Iluminados" (primeramente llamados "Perfectabilistas") fue fundada en Ingolstadt (Baviera, por lo que también se les conoce como "Los Iluminados de Baviera"), el 1 de mayo de 1776 por Adam Weishaupt, joven de veintiocho años de edad que enseñaba derecho canónico en la Universidad de dicha ciudad. Weishaupt tenía ideas de reforma social sumamente "avanzadas" y fundó dicha Orden con el fin de hacerlas triunfar.
Adam Weishaupt consiguió que entraran en la Sociedad numerosos francmasones que habían roto con la regla que prohibía las discusiones religiosas o políticas en las Logias; en su apogeo, la Orden contaba, en 1783, con seiscientos miembros sólo en Baviera y cierto número de afiliados en toda Europa. Pero, "oficialmente", el éxito habría de ser de corta duración, según dicen sus apologistas.
¿Cuáles eran la organización y los fines de esta sociedad secreta paramasónica?.
Grados: Los grados formaban una jerarquía de tres series sucesivas, debida a Weishaupt y a sus amigos:
1) Almáciga
a. "Preparatorio"
b. "Novicio"
c. "Minerval"
d. "Illuminatus minor"
2) Masonería "Simbólica":
a. "Aprendiz"
b. "Compañero"
c. "Maestro" "Escocesa"
d. "Illuminatus major"
e. "Illuminatus dirigens"
3) Misterios "Menores"
a. "Sacerdote"
b. "Regente" "Mayores"
c. "Mago"
d. "Rey"
Los fines reales de la Orden eran develados poco a poco, a medida que el adepto ascendía en la jerarquía:
1) El Illuminatus minor prestaba un juramento de obediencia absoluta a sus superiores. Se le enseñaba que el fin de la Sociedad era hacer de toda la humanidad un solo cuerpo, gobernado por los superiores.
2) El Illuminatus dirigens prometía luchar contra la superstición, la maledicencia y el despotismo, y hacerse el campeón de la virtud, de la sabifuría y de la libertad.
3) En el grado de Sacerdote, se ponía al candidato aún más al corriente de las doctirnas de la Orden. En ella se decía que el mejor medio para verse libre de dirigentes inoportunos era proceder mediante la operación de una sociedad secreta que apuntara a apoderarse de todos los poderes del Estado. Príncipes y sacerdotes debían ser exterminados. El patriotismo habría de ceder lugar al cosmopolitismo.
4) En el grado de Mago, se predicaba el panteísmo materialista: "Dios y el mundo no son más que uno -escribía Weishaupt-. Todas las religiones son igualmente sin fundamento, puros artificios inventados por ambiciosos".
5) En fin, el grado más elevado (Rey) enseñaba al adepto que todos los individuos tenían iguales derechos, que el hombre debía ser su propio soberano "como en el estado patriarcal, y que las acciones habían de ser llevadas a este estado por todas las vías que a ello pueden conducir, es decir, por medios pacíficos, si es posible; si no, por la fuerza, pues toda subordinación debía desaparecer de la superficie de la Tierra".
Los Iluminados se designaban con seudónimos antiguos: "Espartaco", "Filón", "Catón". Además, en su correspondencia designaban a Baviera como "Grecia", a Munich como "Atenas", etc.
Fin último perseguido por los Iluminados
El fin último de los Iluminados era nada menos, al fin y al cabo, que la Anarquía, en el sentido filosófico del término: "He propuesto -decía Weishaupt- una explicación de la Francmasonería, ventajosa desde todos los puntos de vista, por
cuanto se dirige a los Cristianos de todas las confesiones, los libra gradualmente de todos los prejuicios religiosos, cultiva y ranima las virtudes de sociedad por una perspectiva de felicidad universal, completa y rápidamente realizable, en un Estado donde florecerán la libertad y la igualdad, un Estado libre de los obstáculos que la jerarquía, la clase, la riqueza, arrojan continuamente a nuestro paso... No tardará en llegar el momento en que los hombres serán dichosos y libres".
Anotemos, al pasar, que ciertos historiadores han atribuido a la Francmasonería propiamente dicha los propósitos de los Iluminados que, al contrario, trataban de confiscar la institución en provecho propio; así, B. Fabre escribe en "Un iniciado de las sociedades secretas superiores" (París, 1913), para caracterizar la finalidad de los Masones: "Nada de autoridad, así pues, nada de gobierno; nada de leyes, de modo que nada de legislador; nada de familia; nada de sociedad; no más nacionalidades; no más fronteras, no más patrias".

No hay comentarios:

Publicar un comentario